MIS QUERIDOS TRES
Es rubia la sonrisa en el alma plena, los músculos se estiran y mis brazos no llegan, trepan las alturas y no veo la parte de arriba de sus cabezas. No volveré a recordar claramente cómo hoy los he visto. No sumo sus años sino los míos. Años que ya no abriré pues se los lleva Aristóteles junto con la música de todos los tiempos, o las interminables cuentas de la globalización o sus sueños saltarines de estar simultáneamente en varios lugares del mundo. Son casi hombres hoy y mi abrazo les llega a su cintura. No los he visto partir porque se han ido de a poco y vuelven por ínfimos instantes cómo en las tardes de plaza, a veces, a preguntar si a la herida nueva sería bueno que la viera un médico. No están construyendo su destino no sé si por decisión propia o porque en alguna parte quedó establecido. Mi voz no la oyen cómo antes desde el día en que a un reclamo de frío pedí que se abrigaran o un cuidate antes de salir de noche.
- Desde que te conozco má, pediste que fuéramos libres, buenos y felices. Somos eso desde dónde podemos, ya no digas. Pero es bueno saber que siempre estás.
Es luz la sonrisa en el alma plena y mi corazón un poco de papel mojado.
Mercedes Sáenz
3 comentarios:
Por supuesto que con esa mamá, los tres queridos tuyos" son tres soles que te iluminan cada uno desde su lugar.
Además, son hermosos.
Un abrazo
Sonia
TUS TRES MUCHACHOS,
MIS TRES MUCHACHOS,
NUESTROS AMORES,Y
A NO MÁS BAJO NUESTRAS ALAS,
SU VUELO NO NOS PERTENECE.
HERMOSOS!!!!
un abrazo
María Rosa
De dos blog sabía pero no de cuatro. Tendré que ponerme al día con todo lo tuyo Merci, además que tu forma de sentir me apasiona. No digo nada nuevo, solo que me gusta repetirlo porque es justicia. Mi afecto.
Publicar un comentario