DESDE ABAJO
Abrí la puerta sin golpear de esta colina y nadie me ha visto ni se ha dado vuelta, tal vez un pájaro más lejos me esté mirando con la mesura de la distancia. Nadie me ha herido. Me senté a oír el silencio del universal que de verdad predica. Me incliné con respeto y besé la tierra. La música se movía cuándo yo era el quieto, cuándo acerqué los ojos tan bajos cómo llegaron, a ese surco de aguja azul por dónde las aguas doblan. Me deslicé por un tobogán de mano abierta hasta llegar a la orilla. Con la misma sensación de la madre que acuna a un hijo. Y me detuvo a la orilla del lago como muestra y ofrenda.. Me pidió quedarme quieta un rato para que la geografía más nueva supiera, bosquejando apenas, cómo habían sido los hijos que le habían quitado. Sin velarios, sólo la noche azul e inmensa con toda su eternidad.
Mercedes Sáenz
Abrí la puerta sin golpear de esta colina y nadie me ha visto ni se ha dado vuelta, tal vez un pájaro más lejos me esté mirando con la mesura de la distancia. Nadie me ha herido. Me senté a oír el silencio del universal que de verdad predica. Me incliné con respeto y besé la tierra. La música se movía cuándo yo era el quieto, cuándo acerqué los ojos tan bajos cómo llegaron, a ese surco de aguja azul por dónde las aguas doblan. Me deslicé por un tobogán de mano abierta hasta llegar a la orilla. Con la misma sensación de la madre que acuna a un hijo. Y me detuvo a la orilla del lago como muestra y ofrenda.. Me pidió quedarme quieta un rato para que la geografía más nueva supiera, bosquejando apenas, cómo habían sido los hijos que le habían quitado. Sin velarios, sólo la noche azul e inmensa con toda su eternidad.
Mercedes Sáenz
3 comentarios:
Porque mi querida amga la mujer es la que tiene un contacto directo y mágico con la naturaleza. La madre tierra no podría ser llamada jamás Padre tierra. Es cierto, el hombre en pareja puede ser solidario, amoroso cuando le da la gana, comprensivo en ciertas ocasiones y a veces hasta permite libertad. Pero la tierra jamás abandona, de ella nace la vida, lo mismo que del agua. Y el hombre, nosotros, abandonamos, agredimos, irrespetamos y en ese orden de ideas la naturaleza y la tierra son tan sabias como una mujer.
Te quiero mucho amiga
Un abrazo de oso y un besito de mago
Carlos Eduardo
Las personas que sienten su camino sobre esta geografía nuestra, sobre esta cortaza que nos contiene por un momento tan vertiginozo por lo que dejamos, aunque pareciera que hace siglos que viviéramos, conectan con lo que expresas. Pretendo ser uno de ellos.
Mercedez es un deleite leerte,hace mucho tiempo que no leia prosas tan bién elaboradas o mejor dicho tan bién expresadas porque tu dices que escribes asi como te "sale" desde el corazón,y tienes un corazón receptivo a la crencia de un Dios creador y maravilloso,y una manera exquisita de manifestarlo en poesías
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